Contenido actualizado en septiembre de 2023.
Cualquier granja es capaz de aprovechar al máximo el potencial productivo que sus instalaciones y estructura permiten, pero muchas no lo logran. Para conseguirlo, es necesario analizar la producción de manera sistémica, asociando datos zootécnicos al proceso de producción. Pero, ¿por dónde empezar?
El primer paso es establecer la meta de la granja, es decir, cuántos animales la granja debe entregar en el año. Luego, desglosar esa meta en entregas semanales. A través de seguimientos semanales, podremos observar si la granja está en el camino correcto para alcanzar los resultados esperados, identificar áreas de mejora y oportunidades de negocio.
Es importante identificar problemas que puedan ser el resultado de fallas en otras etapas del proceso, consecuencia de otras acciones tomadas (u olvidadas) en etapas anteriores de la producción. Identificar estos problemas y corregirlos mejora el aprovechamiento del potencial de producción de la granja.
¿Usted ya sabe cuáles son los problemas que más impiden que una granja aproveche todo su potencial productivo?
No cumplir con las metas de cobertura
Para cumplir con las entregas semanales planificadas, y así alcanzar la meta anual, es necesario pensar cuántas coberturas son necesarias para producir el número de animales esperado. Si el proceso de cubertura de las hembras no ocurre de manera homogénea, ello afectará a todo el flujo de producción.
Madres inactivas y pérdidas en la gestación
Las madres son como las «máquinas» de una granja y deben estar en producción; si están inactivas, se genera desperdicio, lo cual no siempre es notado.
Nacimientos vivos por debajo del potencial genético
Los animales tienen una genética que les proporciona un potencial de producción determinado, y es importante que el número de nacidos vivos se mantenga cerca de ese potencial. Si no es así, es probable que durante el proceso productivo haya desperdicio, y esto debe ser corregido.
Pérdidas en la maternidad (muerte de animales)
Una vez cumplidas las metas de cobertura, con hembras en producción y aprovechando la genética en todo su potencial, es importante prestar atención al trabajo en la maternidad para evitar pérdidas de animales.
Pérdidas en la maternidad (muerte de animales)
Lo mismo ocurre en la cría; para que el trabajo realizado hasta ese momento no se desperdicie, es necesario supervisar los índices de pérdidas para que se mantengan dentro de los límites aceptables.
Pérdidas en la terminación (muerte de animales)
Este es el momento de cosechar los frutos que se sembraron meses atrás, y cualquier pérdida inesperada es un desperdicio que afectará los resultados financieros.
Como usted ya debe haber notado, una buena planificación de la producción y una atención cuidadosa a los desperdicios ofrecen una buena oportunidad para llevar a cabo una gestión eficiente en cuanto a la cantidad de animales entregados. ¿Le interesó este contenido y desea ahondar en él?
En este artículo presentamos los siete principales desperdicios en la producción animal