Cuando se trata del uso de nuevas tecnologías en la producción animal, dos sentimientos surgen casi de inmediato: la animación y la aprensión por lo nuevo. En parte, estos deseos y preocupaciones son justificables, ya que las promesas son siempre grandes, pero es necesario tener calma al conocer lo nuevo, ya que la realidad no siempre es tan simple.
En el primer contacto sobre qué son y cómo se utilizarán las nuevas tecnologías en la producción animal, la información puede resultar abrumadora y crear cierta resistencia. Por eso, la recomendación es enfocarse en los detalles, que a veces no prestamos suficiente atención, y traducir la complejidad de la tecnología en resultados prácticos del día a día, siempre acercándolos al conocimiento y experiencia de cada individuo.
Muchas veces, los resultados de la implementación de una solución tecnológica son poco perceptibles, pero al examinarlos detenidamente, se pueden ver muchos beneficios. Por ejemplo, dejar de realizar una actividad que consume una hora de su trabajo todos los días. Puede parecer poco, pero durante un año, esa hora se convierte en 45 días de trabajo que se pueden utilizar para otros fines. Es importante entender que la tecnología puede ayudar más allá del resultado final de la producción animal y que, a veces, se refleja en el resultado operacional del año y no solo en el resultado de un lote.
En este momento en que hay muchas ofertas de tecnología, es estratégico estar preparado para recibir estas novedades. La recomendación para el primer momento es verificar si la infraestructura disponible está lista para recibir la tecnología. Los dos puntos principales son:
- Tener una conexión de internet estable en las instalaciones;
- Mejorar la estructura eléctrica en los galpones, especialmente la conexión a tierra, para garantizar una vida más larga de los equipos electrónicos.
El quiebre de paradigma aquí es que la infraestructura básica se vuelve más importante (algo que el productor debe cuidar todos los días) que la implementación de la tecnología en sí misma. Sin una buena infraestructura, el productor no podrá aprovechar al máximo el potencial de la tecnología y, por lo tanto, no podrá lograr el máximo potencial productivo que está buscando para su producción.
Además de la infraestructura básica, es esencial encontrar formas de, ante la realidad de cada local, evaluar y medir el resultado de una tecnología. En este punto, la recomendación es enfocarse en:
- Simplificar las actividades de gestión en los procesos y el manejo, como ahorrar tiempo en actividades rutinarias diarias, como por ejemplo monitorear o controlar la temperatura del galpón mediante sensores;
- resolver o supervisar un problema que afecta el resultado de la producción, como el seguimiento del peso de los animales a lo largo del lote, comparando con una curva de referencia o con el lote anterior del propio productor, convirtiendo la gestión en tiempo real en un hábito y no algo que el productor evaluará solo en el resultado del lote.
Mejorar el aprovechamiento del tiempo y la evolución de los indicadores de desempeño impacta directamente en el resultado financiero de un lote, y esto puede ser gestionado a través de decisiones que ocurren diariamente. La gran mayoría de las nuevas tecnologías pueden apoyar en este momento de decisión haciéndolo a través de la recopilación y disponibilidad de datos.
Es importante tener en cuenta que el exceso de datos puede alejar el enfoque de lo más importante: ¿qué preguntas y problemas necesitan ser resueltos? Comprenda qué indicadores (KPI) pueden mejorar, cuáles necesitan evolucionar y, a partir de eso, busque la tecnología que apoyará su recorrido. Esté abierto a experimentar, a tomar riesgos, a aprender y, sobre todo, a compartir información. Invierta tiempo y recursos en buenos socios. Sea curioso, pregúnteles a otros productores sobre las tecnologías que utilizan, participe en ferias y eventos, pregúnteles a personas y empresas de confianza qué está generando mejoras efectivas en los resultados.
La tecnología en la agricultura requiere intercambio de experiencias, conversaciones; solo de esta manera los resultados alcanzarán la realidad de la producción animal.
El desafío de todos en la adopción de nuevas tecnologías en la cadena de producción animal es acostumbrarse a analizar cada vez más información. Esto ya es una realidad, no algo futuro, así que arriésguese, pero con responsabilidad y con buenos socios a su lado, siempre enfocándose en los problemas del día a día que necesita resolver para aumentar la productividad.
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Autor
André Peternela
Head Of Engineering And Iot